LA ANGUSTIA DE MI ESPIRITU
La angustia de mi Espíritu por el vano sacrificio de Jesucristo, ¡por el rechazo a su oferta redentora, por su inapreciada misericordia!
La pena de mi corazón, por lo que veo y oigo en esta loca, sanguinaria, inconsciente generación muda y sorda a los reclamos de las Potencias Celestes, perseverante en los errores y en el obedecer, sin ningún discernimiento al maligno, al tentador, Satanás Lucifer y a su legión anticrística.
Pero la gran batalla se acerca a su epilogo y el Padre Glorioso emanará Su definitiva sentencia, después, el Paraíso prometido en la Tierra, lo heredarán los beatos aquellos que han servido porque “verdaderamente” lo han reconocido.
y su lucha ha sido títanica en este planeta.
EL HOMBRE SADICO PLACER DE MATAR
El terrestre nutre el sádico placer de matar, de sufrir y de hacer sufrir. Nutre una violencia Luciferina, ya sea sobre el plano físico que sobre el plano psíquico. Nutre y expresa con sádica satisfacción, egoísmo, violenta el sagrado derecho del prójimo y de cuanto existe para volver alegre la vida, sana e iluminada de constructiva conciencia.
El hombre de este planeta satisface la muerte violenta y todo aquello que vuelve tenebrosa, infeliz y dolorosa la existencia, pero es cierto, y real y verdadero, que todo cambiará, todo se limpiará de nuevo, purificado, al fin de que este planeta sea regenerado y puesto en condiciones ideales, en un perfecto equilibrio hacia los confines de la dimensión Superior .
Nada ni nadie podrá detener este previsto proceso evolutivo porque es la Ley Omnicreante quien la determina.
Preparaos terrestres, porque el tiempo se ha acortado, y la cuenta atrás se estrecha.
El hombre de este planeta satisface la muerte violenta y todo aquello que vuelve tenebrosa, infeliz y dolorosa la existencia, pero es cierto, y real y verdadero, que todo cambiará, todo se limpiará de nuevo, purificado, al fin de que este planeta sea regenerado y puesto en condiciones ideales, en un perfecto equilibrio hacia los confines de la dimensión Superior .
Nada ni nadie podrá detener este previsto proceso evolutivo porque es la Ley Omnicreante quien la determina.
Preparaos terrestres, porque el tiempo se ha acortado, y la cuenta atrás se estrecha.
Un servidor de los servidores de Dios
Santiago el hermano del Señor
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